Cultivar

Cultivar

Un equipo único que realza y trasmite los valores del Perú

Acerca de Cultivar

Cultivar es un equipo dirigido por Lisanne, en Ámsterdam, y Theadros, en Perú. Lisanne estudió antropología cultural y trabajó como responsable de calidad en Trabocca, un importador de café en Ámsterdam. Ella domina el español, ya que su pareja es de Argentina. También es madre de familia. En esta entrevista se describe más sobre ella.

Theadros estudió desarrollo internacional y trabajó como becario en una cooperativa cafetalera peruana para después trabajar como comerciante en Traboca. Luego se trasladó con su familia a Perú, país de origen de su esposa. Como su padre era etíope y su madre holandesa, en Trabocca se hizo cargo del comercio con Etiopía. Theadros tiene una historia interesante de un concurso de planes de negocio al que se presentó cuando estaba en la universidad. El tema del plan que presentó entonces era “plataforma de comercio directo” y, para su sorpresa, fue premiado y pudo cumplir su sueño de estudiar en Estados Unidos. A continuación, regresó a los Países Bajos y se incorporó a Trabocca para proseguir su carrera cafetera en serio. Sin embargo, se da con la pared. En Trabocca, que es una gran empresa, le era difícil comprometerse directamente con los pequeños productores como hubiera querido.

Los dos, que eran colegas en ese entonces, hablaron de sus sueños y congeniaron. Y en el 2017 abrieron “Cultivar”. Ellos vieron un gran potencial en el café de especialidad peruano y trabajan con pequeños productores confiando que podrán aumentar sus ganancias cultivando café de especialidad. “Cultivar” tiene conexiones con más de 100 pequeños productores en todo el Perú, y se dedica principalmente a los microlotes. Su calidad es muy apreciada por tostadores europeos como The Barn, Bonanza Coffee y Friedhats.

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Cultivar 2020

“¡Entonces yo misma iré a Perú!”, me escribió en un mensaje, y recuerdo que cuando lo recibí sentí incluso un poco de miedo por su energía. A pesar de la suave impresión que da con su pelo esponjoso y su voz de campana, Lisanne es una mujer de café, de insondable pasión y sentido de responsabilidad.

Hace unos meses empecé a investigar en Internet para acercarme a los productores de Perú, y navegando en las redes sociales conocí “Cultivar”. En ese torbellino de información, inmediatamente me dieron una buena impresión. Por su filosofía, el hecho de ser de la misma generación y su mentalidad de emprendedores, congeniamos. Era simplemente emocionante imaginar trabajar juntos. Ellos se encuentran en dos lugares, Perú y los Países Bajos. Enseguida me puse en contacto con Lisanne y quedamos en vernos en un café de Ámsterdam.

Cuando Lisanne apareció en el café, era una mujer tranquila, ligeramente tímida y parecía un poco nerviosa, pero al tiempo que íbamos tomándonos un café, comenzó a sonreír. Nos saludamos y confirmamos los valores que compartimos, y así como me pareció al comienzo, no fue necesario dar muchas explicaciones.

Luego de la reunión, compartimos nuestra percepción de la calidad con una sesión de cata de dos días. Sinceramente, tenía una impresión simple del café de Perú, pero me impresionó la variedad de sabores y me entusiasmó compartirlo con los tostadores japoneses.

“Me gustaría viajar a Perú el mes que viene, si es posible”, le dije, pero Lisanne se puso un poco seria y me dijo: “No deberías ir a Perú ahora. La situación todavía no se calma”. A pesar de que había abierto sus fronteras, Perú seguía en estado de confusión. Me contó que su compañero, Theadros, que se encuentra en Perú, tampoco ve a su familia desde hace varios meses. Normalmente elegimos el camino más aventurero, pero esta vez decidimos dar un paso seguro y pedir que nos enviaran una muestra por correo desde Perú. Ahora que lo pienso, fue la mejor opción.

Normalmente, lo mejor es poder comunicarse cara a cara con los pequeños productores y ponerles en contacto con los tostadores, pero en estos tiempos, hay que tener la experiencia necesaria para salir adelante por internet.

Rápidamente, fijamos la fecha del evento de cata en Japón y pedimos a Lisanne que pidiera las muestras. Sin embargo, los trámites en Perú no terminaban cuando las pruebas ya deberían estar saliendo del país, y nos dimos cuenta que las muestras no llegarían a tiempo. Como el evento ya empezaba a atraer gente, no quedaba otra que reprogramar la fecha. Fue entonces cuando recibí un mensaje de texto de Lisanne diciéndome: “¡Me voy a Perú!” Ella estaba decidida a viajar a Perú sólo para recoger las muestras. Le dije que no era necesario que fuera a Perú tan de repente y encima si tiene un bebé que necesita de ella, que mejor yo cambiaba la fecha del evento, pero me respondió que quería cumplir con su compromiso y no me hizo caso. En ese momento sentí que la había conocido de verdad. Que con esa responsabilidad y fortaleza llegaría lejos.

A las finales no le autorizaron de salida y no pudo viajar. A pesar de que todos los documentos necesarios estaban en orden. Seguro que si nosotros también hubiéramos intentado ir, no nos habrían dejado de igual manera. Tuvimos que cambiar la fecha del evento. Pero gracias a esto llegamos a conocerlos mejor. Me emociona trabajar junto a ellos e involucrarme cada vez más con Perú.

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Cultivar 2021

Agosto, 2021. Los efectos de la pandemia se calmaron un poco y este año pude viajar a Perú, algo que ansiaba hacer. Pudimos vivir una serie de experiencias valiosas, como visitar una plantación de “café virgen”, cultivada en un distrito que ningún extranjero había visitado antes.

En el último año, Cultivar ha progresado notablemente como equipo. Uno de los puntos principales es la presencia de nuevos compañeros. Tres colegas se unieron a la parte del personal de Perú. Se trata de Draidy, especializado en la agricultura y refinado, Dura, que es el catador, y Gordy, que se encarga del control de inventario. La incorporación de Draidy, especialmente, tuvo un impacto significativo en la calidad y cantidad de tipos de café. Draidy dirige su propia plantación de café y, además, tiene conocimientos de fermentación, así que visita a los caficultores para enseñarles a cultivar y fermentar. Esto les ha permitido ampliar las zonas cafetaleras que manejan y aumentar el número de caficultores este año. Cuando me enteré más tarde conversando, de que era pariente de Aladino, el productor del lote que se agotó inmediatamente el año pasado, pensé: “con razón”.

Para “Cultivar”, este año cumple su quinta oferta desde que se fundó. Poco a poco fueron ampliando su negocio, principalmente en los Países Bajos, y el año pasado entraron al mercado japonés con nosotros. Este año harán ofertas en Europa, Corea del Sur y Taiwán. “Cultivar” ha progresado bastante, pero, por otro lado, está sintiendo año tras año las dificultades de trabajar con pequeños productores. Los buenos productores siempre buscan buenos mercados, por lo que la competencia es alta y las cantidades que pueden conseguir es limitada. Además, este año hubo daños por las heladas en Brasil; la incertidumbre de la oferta hizo que los precios internacionales del café subieran, lo que por supuesto afectó a los precios ofrecidos por “Cultivar”.

A pesar de estas dificultades, Cultivar ofreció este año otra joya de microlotes. El café es elaborado con cuidado y calidez por familias y esposos. La mayoría hacen menos de 20 bolsas. Muchos empresarios podrán decir que manejar esos lotes con cuidado es inútil. Pero seguro que si juntos saboreamos una taza de su café, asentiremos mutuamente en silencio al comprender su valor.

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