Dean Peterson Dean Peterson

Dean Peterson

Mondul Coffee / Burka Coffee

“Cada persona es el protagonista de la comunidad” El futuro de Tanzania iluminado por el café

La región de Arusha en el norte de Tanzania limita con Kenia, y es conocida como una región productora de café de alta calidad. Mondul Coffee (en adelante Mondul) y Burka Coffee (en adelante Burka) han realizado mejoras continuas en tecnología de producción y control de calidad basadas en el pilar de crear fincas en armonía con la naturaleza, y han recibido grandes elogios de los mercados europeo, americano y japonés. A partir de 2007, Mondul ha sido empresa filial de Burka y se lleva una gestión integrada. El centro de control de esta gran organización es su gerente general, Dean Peterson.

Nacido localmente y familiarizado con la comunidad local, está a cargo desde la supervisión de campo en las dos fincas y el mejoramiento del suelo, hasta la administración de personal, las ventas y las finanzas. Además, también está involucrado en proyectos que soportan la base de la gestión, como los proyectos de inversión de capital. Hasta hace seis años, Dean estuvo en la industria del turismo, que no tiene nada que ver con el café. ¿Por qué Dean ha dado un salto a un mundo nuevo y qué está tratando de lograr?

Proyectos que fomentan el “crecimiento independiente”

Mondul es una finca desarrollada por italianos a principios de la década de 1930 al pie del volcán Monduli. Ganó dos veces la medalla de oro en la competencia de la Asociación de Café de Tanzania en 1999 y 2001, quinto lugar en 2020 y tercer lugar en 2021. Por otro lado, Burka, que está cerca de la ciudad, tiene la ventaja de tener fuentes de agua y se ve menos afectada por la escasez de lluvia. Fue fundado por alemanes en 1899, y ha sido heredado de generación en generación. Cada una de estas fincas tiene su propio beneficio húmedo y operan como organizaciones separadas, sin embargo, Dean es responsable de gestionar ambas fincas.

En ambas fincas, el sistema de alojamiento juega un papel importante en la mejora de la calidad de vida del personal. Es algo muy común en Tanzania, pero la mayoría del personal administrativo y de campo vive en dormitorios en la finca. La educación escolar y la atención médica son gratuitas, y las iglesias y las instalaciones deportivas están disponibles de manera gratuita. La recreación con toda la familia también es popular, es como un pueblo.

“Debe ser una condición favorable que el personal tenga un ambiente de vida dentro de la finca. También conlleva la ventaja de que el personal puede presentarse a trabajar de inmediato, por lo que nadie llega tarde. La mejor característica es que podemos construir una comunidad unida con todas las personas involucradas en la finca”.

Dentro de la comunidad, hay oportunidades para que cada persona crezca de manera independiente aparte de su trabajo principal. Uno de ellos es el “Proyecto de ganadería lechera” que arrancó en los últimos años. Proporcionan vacas lecheras a los productores con la condición de que sean criadas de manera responsable. Si se colecta y se vende la leche cruda, se puede obtener un ingreso extra estable, y la vida de la familia es estable.

“El proyecto acaba de empezar, sin embargo, ya es un gran éxito. Estoy orgulloso de este proyecto. La razón principal es que tanto la gerencia como el personal pueden obtener ganancias. Nuestro personal genera ingresos extra y nosotros podemos recolectar estiércol de vaca para usarlo como fertilizante orgánico para nuestras plantaciones de café”.

“Una vaca produce alrededor de 10 toneladas de estiércol al año. El objetivo es tener de 120 a 150 vacas lecheras en los próximos cinco años. Especialmente después de que comenzó la invasión rusa a Ucrania, el precio de los fertilizantes se disparó, así que esto es un salvavidas”.

También hay un proyecto en el que pueden alquilar tierras de cultivo y cultivar lo que prefieran. La tierra de cultivo asegurada es de aproximadamente 200 hectáreas en total en las dos fincas. A pedido de los empleados, la empresa adquiere los fertilizantes y otros materiales necesarios para el cultivo, y brinda capacitación por parte de agrónomos. Recientemente comenzaron un proyecto de apicultura instalando colmenas dentro de la finca. Además de generar ingresos para el personal, las abejas que ayudan a polinizar la plantación enriquecen la biodiversidad de la finca.

“El papel de la comunidad no es solo proporcionar salarios y vivienda. También es su papel crear pequeñas oportunidades de negocio para mejorar la calidad de vida. Nuestro objetivo es ser una finca donde todos puedan trabajar con orgullo. Esto, a su vez, creará un futuro mejor para sus hijos y la sostenibilidad a largo plazo de la finca”.

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Tomar acción para generar confianza

Arusha es la puerta de entrada para los safaris de la Zona de Conservación de Ngorongoro, Patrimonio de la Humanidad, y el Parque nacional Serengueti. El turismo es una gran industria en Arusha, y el mismo Dean trabajó un tiempo para la empresa de su padre que organizaba y operaba safaris.

El punto de inflexión llegó en 2016, cuando Dean tenía 25 años. Cuando se enteró de que Mondul y Burka estaban buscando un nuevo gerente, presentó su solicitud. Como nativo, la región de Burka le resultaba familiar, ya que la había recorrido en bicicleta muchas veces desde su infancia.

“Quería probar algo completamente diferente y ampliar mis horizontes. Pensé que mientras mi padre estuviera bien, podía asumir nuevos desafíos. También gracias a que mis hermanos y primos se hicieron cargo del negocio familiar, decidí cambiar de carrera profesional”.

Con una historia de más de 90 años (Burka tiene más de 120 años), Mondul ya contaba con un equipo directivo experimentado y los cimientos de la organización estaban establecidos. Pero los tiempos cambian. Para adaptarse a los cambios, ambas fincas estaban en busca de alguien que pudiera traer un nuevo aire. Probablemente, para ellos, el perfil de Dean, quien es fluido en swahili, nuevo en la industria y con experiencia en gestión corporativa, debe haberles atraído.

“Con la filosofía de la empresa de producir café de alta calidad de manera sustentable, quería romper con los estereotipos y adoptar un enfoque completamente diferente para aumentar el valor”.

“Para poder hacer negocios en Arusha, creo que lo que vieron en mí fue mi conocimiento de cómo administrar la organización y el personal teniendo en cuenta la cultura local. El conocimiento sobre el café se puede aprender incluso después de entrar a la empresa. Sin embargo, la gestión para sacar todo el potencial de las personas no sucede de la noche a la mañana”.

Dean es el único gerente general. También ha sido el gerente más joven. Adquirir conocimientos acerca del café y la agricultura, construir relaciones de confianza con el personal y los inversionistas… Tenía mucho trabajo que hacer.

“Tengo la filosofía de que la única manera de ganarte la confianza y el respeto de la gente es mostrándolo a través de tus acciones. Así que siempre me he interesado en las personas que están en la primera línea y he tratado de aprender de aquellos que saben más que yo. Creo que seguir haciendo esto de manera honesta es lo que me ha llevado a donde estoy ahora”.

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Construyendo una empresa sostenible

Durante la temporada de cosecha, en Burka, que está cerca de la ciudad, hasta 2,500 personas se presentan para trabajar como recolectores por una jornada, esto aun cuando no hagan actividades de reclutamiento. Los trabajadores temporales trabajan y viven en Mondul durante tres o cuatro meses. El número de personas es de 700 a 800 personas entre semana. También cuentan con servicio de traslado entre la finca y los pueblos vecinos para que las personas puedan venir a trabajar. Cada una de esas personas son el sostén de su familia.

Debido a que la comunidad local y el trabajo de producción de café son inseparables, Dean y sus colegas constantemente dirigen su atención a la comunidad fuera de la finca.

La finca asegura un presupuesto para la comunidad cada año e implementa iniciativas que contribuyen a mejorar el nivel de vida. Por ejemplo, reparar una tubería de agua que fue destruida por los elefantes o proporcionar los materiales de construcción necesarios para una clínica de salud local. También cuentan con un proyecto para entregar pupitres y útiles escolares a escuelas primarias y secundarias.

“El acceso al agua es un gran problema en Mondul. Hay una fuente de agua en las montañas, que generalmente es utilizada para el beneficio húmedo y el suministro de agua del pueblo. Así que el año pasado asignamos una gran cantidad de presupuesto para construir un gran embalse ese mismo año y uno nuevo este año. Aunque Mondul no genera tantas ganancias como Burka, ahí queremos poder utilizar el agua recolectada durante la temporada de lluvias para regar las plantaciones de café y las áreas circundantes. También estamos considerando la perforación de exploración para encontrar nuevas fuentes de agua”.

Ambas fincas también han logrado desarrollar sus propios pesticidas orgánicos mezclando plantas silvestres que crecen en los alrededores de las fincas. Aplican un insecticida proveniente de la fermentación en agua de árboles de nim, chiles, etc. Ahora es posible eliminar las plagas que se adhieren a las hojas del cafeto y las cerezas sin afectar el medio ambiente, y minimizando el impacto en la salud del personal que realiza el trabajo.

Por otro lado, encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad del café y las ganancias estables es un tema ineludible. Además de la disminución de las tierras agrícolas debido al crecimiento de la población, también existen factores inestables como la irregularidad de las lluvias de octubre a diciembre provocada por los efectos del cambio climático.

“Año tras año, vamos avanzando hacia el cultivo de café de manera sostenible y orgánica. También estamos evaluando si existe un enfoque más sostenible. Pero eso no debe afectar el rendimiento o la calidad del café. Para sobrevivir a largo plazo, una empresa debe seguir generando ganancias”.

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Quiero quedarme en el mundo del café para siempre.

Con el deseo de construir relaciones a largo plazo con los clientes, Dean está girando el timón hacia una producción de café que satisfaga las necesidades de los clientes. Actualmente, el 90% del volumen de producción es de proceso lavado. Sin embargo, al aumentar la proporción de maceración carbónica y proceso natural, que tienen una gran demanda, espera aumentar el volumen de exportación del café de especialidad.

“Podemos contar nuestra historia haciendo tratos más directos año tras año, y podemos crear alianzas”.

Para Dean, trabajar con el café es un motor que lo ayuda a crecer. Es por eso que, siente que su misión es crear un ambiente en el que todos los trabajadores quieran crecer. También está orgulloso de la baja tasa de rotación que tienen y del hecho de que haya trabajadores calificados que tienen una antigüedad de más de 40 años.

“Una vez que empiezas a trabajar con el café, quieres quedarte en el mundo del café para siempre. Desde la floración hasta el procesamiento y las ventas, todo cambia dependiendo de la temporada, y todos los días ocurren cosas nuevas. Siempre hay margen de mejora y el proyecto continúa. No hay nada que sea aburrido. Esa es mi motivación”.

Han pasado siete años desde que se sumergió en el mundo del café. El café diario de Dean cambió de ser una taza llena de azúcar y leche a una taza de café negro, algo que antes nunca hacía. Ahora puede disfrutar de una gran variedad de matices y características de sabor.

“El proceso para llegar a una taza de café es complicado. Gracias a que lo entendí es que pude apreciar la complejidad del café como bebida. Cada vez que tomo una taza de café, siento que todo lo que hay detrás crea un sabor excepcional”.

Texto: Takuya Takemoto

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