LEAVES COFFEE ROASTERS Yasuo Ishi

LEAVES COFFEE ROASTERS

Yasuo Ishi

Del amor nace la confianza. Atesorando en el pecho el valor de cada grano

LEAVES COFFEE ROASTERS tiene un local en el centro de Tokio —en esas zonas en donde aún se respira el ambiente de barrio— con el concepto de “ser una tostaduría de barrio proyectada al mundo”. Su CEO, Yasuo Ishii, fundó la empresa en 2016 con el sueño de crear una marca que durara más de 100 años. Veamos qué le aportó este viaje a Tanzania y Kenia a Ishii, quien está comprometido con la máxima calidad y continúa creyendo en sus propios sentidos.

Cosas que no se pueden dejar pasar por alto

En el proceso que va desde el tostado hasta la preparación del café, no es raro que uno o dos granos crudos se caigan al suelo o se derramen algunas gotas. No importa cuán cuidadoso sea, este tipo de cosas suceden, así que pensaba que no se podían evitar. Sin embargo, después de interactuar con los productores locales y ver con mis propios ojos el proceso hasta que los granos de café verde se envían a su destino, mi forma de pensar ha cambiado significativamente.

Lo que más me impresionó fue Leon, el dueño de la finca Acacia Hills en Tanzania. Por alguna razón, también usan el procesamiento “miel” en un contexto medioambiental en donde los procesamientos “natural” y “lavado” son los adecuados. Me pareció totalmente inadecuado y, cuando se lo pregunté, me dijo que era la solicitud de un cliente.

Cuando me dijo esto, pensé intuitivamente: teniendo la búsqueda de la calidad como premisa, Leon siente la responsabilidad de hacer un café que se venda bien y satisfaga las necesidades de sus clientes porque le preocupa el sustento de sus más de 100 empleados. Me di cuenta de que este señor, al igual que yo, equilibraba “sus sueños” y “la oferta y la demanda” del mercado.

Una vez que vi esa realidad, ya no pude pasar por alto dejar caer granos de café al suelo. Puede parecer una exageración, pero empecé a pensar que tenía que tomarme más en serio el peso de cada grano de café. Originalmente, soy el tipo de persona que no puede soportar que queden algunos granos de arroz en el tazón al terminar de comer, por lo que puede ser similar a eso.

El círculo infinito que crean los buenos cafés

Hubo otra anécdota que me impresionó en la interacción con Leon. Protegió y crió la variedad Kent porque pensaba que era una especie nativa de Tanzania. Sin embargo, el ambiente se quedó helado cuando un tostador le dijo sin querer que Kent era oriunda de la India. Creo que, hasta ese momento, Leon no lo sabía. Ahora bien, él no intentó replicarle ni nada, simplemente decidió no cultivar más esta variedad.

Lo que pensé sobre Leon es que se trata de una persona capaz de sentir los sentimientos ajenos. Ya sea en la búsqueda de los restaurantes a los que nos llevó o en la atención de los hoteles en donde nos hospedamos, había mucha dedicación y ninguna desorganización. Además, es una persona tan apasionada con el café que se olvida del tiempo. Así que no pude evitar compararme con él y pensar que somos iguales.

Debido a que yo no me dedico a esto pensando que es un trabajo, olvido el pasar del tiempo sin querer. Pero como suelo aburrirme muy rápido, quiero saber más sobre nuevos cafés e ir dándolos a conocer. Quiero trabajar de manera libre, sobrepasando las barreras de la industria y sin estar atado a ningún país o región específica.

En pocas palabras, Leon me gustó. Es la primera vez que me entraron ganas de seguir comprándole al mismo productor. Al mismo tiempo, también quiero que la gente pruebe un café bueno y, si gana más seguidores, será una alegría para Leon. Esto, a su vez, se convertirá en su motivación para producir un mejor café y le traerá más fans… y el círculo virtuoso se desarrollará infinitamente.

Siendo sincero, hay una tercera parte de mí en la que gana el factor emocional, pero no por eso pretendo cambiar mi política de priorizar la calidad. Por más que se trate del café de Leon, si la calidad sufriera un descenso significante, muy a mi pesar no le podría comprar.

Puede resultar una actitud insensible, pero no podemos perder la confianza de los clientes que hemos venido cultivando hasta ahora. Para que no se den situaciones de este tipo, queremos darle la mayor retroalimentación posible y apoyarlo para que pueda crear un buen producto.

Spacer

El café está lleno de sueños

Hasta ahora, nunca he elegido y comprado granos de café verde solo por el hecho de ser conocido o popular. Por el contrario, tengo la manía de intentar hallar productos de calidad que son desconocidos. El criterio de selección es 100% mi percepción.

Ejemplo de esto es la compra de Geisha que hice de la finca El Diviso de Colombia en 2021. Aunque en aquél entonces aún no era conocido, pensaba que alguien lo descubriría con el tiempo. Al final, un competidor de Australia ganó el campeonato mundial de baristas usándolo en 2022.

La razón por la que he comprado en esta ocasión el Pacamara de Acacia Hills es parecida. Tanzania y Pacamara es una combinación inesperada e interesante, y simplemente me pareció exquisito al probarlo. Sin lugar a dudas, las cosas desconocidas emocionan más a la gente, ¿no cree?

Dado que nuestro objetivo es convertirnos en una empresa que dure 100 años, puede que en un futuro lleguemos a una fase de ampliación, pero creo que nunca se me ocurrirá la idea de comprar o producir un tipo de café sin estar convencido de ello solo porque el cliente lo requiera.

Sea como sea, lo que siempre tengo en mente es mejorar constantemente la calidad del café que hemos elegido. Las cosas buenas siempre llegan a ser halladas por alguien en alguna parte. Quienes han sentido ese encanto se lo cuentan a otras personas, y así es como se propaga de formas inesperadas.

A pesar de todo, hacía mucho que sentía que tenía una tarea pendiente. Por mucho que hiciera cosas muy interesantes en la tostaduría y en la cafetería, sentía que me faltaba algo para incrementar el valor del café, de los baristas y de los tostadores.

Tomando conciencia de este problema, abrimos en septiembre de 2022 un local afiliado llamado NAKIJIN en Okinawa. Se trata de un sistema que llevaba incubando desde hacía mucho: trabajamos con el concepto de solo servir cafés de más de 2000 yenes con un límite de tazas al día.

Ha pasado medio año desde que abrimos y aún no hemos sido aceptados, pero todo el que pasa por el local se va encantado. Sin lugar a dudas, 1 café realmente bueno siempre quedará más grabado en la memoria que 100 cafés regulares. Y es que quiero hacer soñar a la gente y soñar yo también.

No se trata de si es correcto o no, sino de si hay amor o no

Quiero entregar un café que impresione y toque el corazón de mis clientes, así que cuando el tueste no sale como me lo esperaba, me dan ganas de morir. Me da la impresión de que me estoy ahogando en un mar profundo y no puedo respirar. En esas circunstancias, me sirve de apoyo la presencia del personal. Aunque yo piense que está mal, si la evaluación de ellos es positiva, esto me ayuda a acercarme a la superficie.

En realidad, solo alrededor del 80% de los granos de café verde comprado se vende a los clientes. A veces el lote que no se tuesta bien se usa para la práctica de la extracción, y otras veces es inevitable botarlo. Lo siento por los caficultores y me duele el corazón, pero si llego a decepcionar a los clientes con un producto así, también decepcionaré a los productores. Y si cedemos en este punto, estaremos a un paso más lejos de nuestra meta de convertirnos en una compañía que dure 100 años.

Si miro el camino que he recorrido hasta ahora, en innumerables encrucijadas he conocido a muchas personas, a personas como Leon y he vivido muchas experiencias. Pero nunca he doblado hacia ninguno de los lados ni he dado marcha atrás. Quien está a la cabeza de ese camino siempre he sido yo, nunca he seguido a nadie. El hecho de que me aburra fácilmente también significa que nunca puedo estar satisfecho, no importa lo lejos que vaya.

No obstante, no camino por calles soleadas, sino por túneles en donde no hay ni un rayo de luz. Un tenue destello de luz finalmente brilló a través de ese túnel completamente negro cuando obtuve el 1.er lugar en la división Tokio y el 3.er lugar a nivel nacional (Japón) en el Japan Roaster Competition 2019. En ese entonces, solo habían pasado tres meses desde que comencé a tostar, así que sentí que me había demostrado que tenía razón al creer en mi lengua sin que nadie me enseñara.

Hoy que cumplo 13 años desde que me independicé, todavía veo la luz muy lejana, pero si me parara no podría acercarme más a ella. Al final, lo importante no es si el camino por el que andamos es el correcto, sino si hay o no amor en él. Aunque ese camino esté oscuro, si seguimos adelante, seguro que veremos la luz. Así lo creo porque amo el café.

La foto ancha: @leaves_coffee_roasters