QUILT COFFEE Kensuke Sakashita

QUILT COFFEE

Kensuke Sakashita

"Terroir = identidad artesana" - Un sabor que solo yo puedo crear

*El Sr. Sakashita se independizó en febrero de 2023 y fundó QUILT COFFEE. Los títulos, etc. dentro del texto corresponden a los del momento de la entrevista.

Kensuke Sakashita es gerente de la cafetería Blue Beans Roastery en la ciudad de Kagoshima. Para él, que desde niño se ha sentido fuertemente atraído por el extranjero, este viaje ha sido su primera visita a una zona productora de café. ¿Qué ha sentido, qué forma de pensar ha surgido en él y con qué se ha quedado, tras este viaje de dos semanas por Bolivia y Perú celebrado en septiembre de 2022? En esta ocasión, le preguntamos sobre el paisaje que se expande ahora sobre su corazón y su mente.

Piensa globalmente, actúa localmente

La verdad es que antes de partir tenía una difusa sensación de angustia, preocupado por si después de este viaje ya no sería capaz de continuar mi trabajo en el mundo del café.

Pues el estándar de vida, el entorno y el bienestar económico de estos países y Japón son completamente diferentes. Me preguntaba si sería capaz de desempeñar mis tareas de extraer y tostar el café, tras haber visto con mis propios ojos cómo los caficultores, que viven en una realidad totalmente diferente, producen su café. Me preguntaba si sería capaz de garantizar un nivel de ventas que pudiera recompensar debidamente su esfuerzo.

Pero, esta preocupación que me carcomía se desvaneció en el instante en el que aterricé en nuestro destino. La ciudad de La Paz (Bolivia) se ubica a una altitud de 3650 metros y queda rodeada por montañas rocosas. Me emocionó sentir en mis propias carnes lo imponente que es, algo imposible de sentir solo en las fotografías, y me entraron ganas de conocer a los caficultores tan pronto como fuera posible.

En el trayecto en coche hasta el cafetal, cuando observé los campos de cultivo de naranjas y mandarinas, fue cuando me cercioré de que el café también es un cultivo. En ese momento dejé de preocuparme de si sería capaz de cargar con tanta responsabilidad, y me sentí inspirado a motivar a mis clientes comunicándoles lo que estaba viviendo.

Uno de los mayores aprendizajes que obtuve del viaje fue la importancia de convivir. Me fascinó escuchar de los caficultores esta afirmación “Antes de que cultiváramos nuestro café, el bosque ya existía aquí. Es por eso, que cultivar el café junto con el bosque es algo totalmente natural”. Todos los caficultores estaban muy concienciados de la necesidad de convivir con la naturaleza, la región y la comunidad. O mejor dicho, inconscientemente piensan que es de sentido común.

Esto me hizo pensar que si nosotros que recibimos el café de caficultores que piensan de este modo y se lo ofrecemos al cliente final, como eslabón final de la cadena de suministro, tampoco debemos mentir en nuestra forma de actuar.

Ahora tras haber regresado a Japón, soy más consciente que antes de implementar métodos que tengan en consideración el medio ambiente como reducir los residuos en todo lo posible, entre otros. También he tenido más oportunidades de conversar con otros tostadores acerca de temas como cómo procesar los posos de café o cómo aprovechar las pajitas de plástico biodegradable. Yo ya más o menos entendía de antes el significado de la frase “Piensa globalmente, actúa localmente”, pero gracias a esta experiencia se me ha grabado más fuerte en mi interior.

Lo único que no quería era arrepentirme

El tema central con el que para mis adentros acometí el viaje para que esas dos semanas fueran una valiosa experiencia, fue el de “Crear una buena relación con todos”.

Era consciente de que habría una barrera idiomática, ya que ni los caficultores hablan japonés, ni yo tampoco hablo español. Pero, lo único que no quería era arrepentirme. Pensaba que ya que había hecho un viaje de más de 40 horas, sería muy triste que todo acabase solo con presentarnos y darnos la mano, o que sería una pena que me cohibiera y regresara sin haber preguntado todo lo que quisiera preguntar. Tal vez suene raro, pero tampoco quería que los caficultores ni el resto de tostadores se arrepintieran de esta experiencia.

Durante el viaje me dediqué a buscar en el traductor de Google, las palabras más frecuentemente utilizadas por la intérprete Mai y por los caficultores, para dar pie a comunicarnos. El español, a diferencia del inglés, es un idioma fácil de pronunciar para los japoneses ya que se pronuncia tal y como se escribe, así que incluso leyéndolo en un tono monótono conseguí que me entendieran.

En las noches en las que no podía dormir ya que había bebido demasiada Coca Cola, busqué vídeos en español en Youtube, para aprender palabras que pudieran provocar la risa de los caficultores. Probablemente porque los caficultores tienen muy buen humor, sentí cómo nuestra relación se profundizó gracias a mis ocurrencias (risas).

Tras haber regresado a Japón, al preguntarme el personal de mi cafetería y mis clientes que cómo me fue en el viaje, solo puedo responderles que me lo pasé muy bien (risas). Tal vez podría parecer una reflexión muy infantil, y a la vez que sigo pensando por qué no soy capaz de dar una respuesta más adulta, lo cierto es que disfruté al máximo esos 14 días. Ya que me lo pasé tan bien, me da cierta pena de que fuera como viaje de trabajo y que siguiera recibiendo mi sueldo, pero en mi cafetería digo que “Bueno, pues fue un viaje de trabajo” (risas).

Tras haber regresado a Japón, hubo algo que me hizo muy feliz. Parece ser que los caficultores de Bolivia que visitaron a los tostadores de la región de Tohoku, preguntaron varias veces por mí. Probablemente si me hubiera cohibido durante mi visita a Bolivia, no se hubieran acordado de mí.

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Hay algo que solo yo puedo hacer

También era consciente de la necesidad de crear una buena relación entre nosotros los tostadores. Aunque era mi primer encuentro en persona con los otros seis tostadores participantes en el viaje, yo los reconocía a todos de las redes sociales. Por supuesto que TYPICA Lab es un evento empresarial, pero no puedo controlar mi deseo de introducir la emoción propia de una excursión escolar (risas).

Por ejemplo, creo que todos hemos experimentado en la escuela cómo la distancia entre compañeros de clase se acorta de golpe tras haber vividos juntos una excursión, una competición deportiva o el festival cultural escolar. En este sentido, yo también quería hacer de TYPICA Lab, un espacio de acercamiento entre participantes. Estaba convencido de que si iba sería para divertirme, y que aunque se me enfadaran, haría cualquier cosa para que el viaje fuera una experiencia divertida.

Y este soy yo a mis 38 años. La verdad es que me sentí algo con complejo de inferioridad, al verme que sigo siendo tan infantil, a pesar de que ya no soy tan joven. En comparación con los tostadores que me acompañaron en el viaje, pues ellos eran todos personas con una visión y misión claras como empresarios y gerentes. Tras conocer sus nobles ideales, sentí que todavía me queda bastante por crecer.

Pero por otro lado, los caficultores tenían ganas de verme a mí. Tras haber regresado a Japón, he recibido mensajes de los caficultores vía Messenger de Facebook saludándome y preguntándome sobre cuándo será mi próxima visita.

Al pensar de forma objetiva que hay personas que se sienten atraídas por mí, Kensuke Sakashita, es cuando finalmente reconozco mi propia fortaleza de tener esta personalidad. Y pues no hay remedio, al final uno acaba deprimiéndose un poco al compararse con otras personas. Pero sí lo cierto es que hay cosas que solo pueden hacer otros tostadores, de igual modo hay cosas que solo yo puedo hacer, por lo que ahora pienso que basta con que yo persiga aquello que solo yo puedo hacer.

Un café que recuerde al rostro de sus productores

En la industria del café se usa la palabra francesa “Terroir” para expresar las particularidades de una zona productora. Por lo general, este término hace referencia al sabor que surge gracias a su suelo o clima, pero tras este viaje, ahora entiendo este concepto como “Terroir = la identidad artesana”. Yo ahora puedo asegurar que el terroir es justo el sabor que el productor quiere producir y el método para lograr dicho sabor. El café es una obra que recoge la identidad de sus productores.

Por ejemplo, el matrimonio de Carmelo y Daisy de Bolivia producen un café de mezcla de las variedades Geisha y Java. Todos nosotros pensamos que qué raro que hicieran este café de mezcla, cuando la variedad Geisha es una variedad exótica que se puede vender más cara de forma individual. Pero Carmelo nos explicó que “Mi esposa produce la variedad Geisha y yo produzco la variedad Java. Al añadir café de la variedad Java, el café queda con un dulzor muy agradable, así que nos encanta el café de mezcla que producimos entre los dos”.  Y pues al escuchar esta respuesta de Marcelo, nos quedamos sin palabras.

Si no hubiéramos escuchado la razón detrás de esta mezcla, probablemente no le haría un pedido. Ya que esta forma de pensar se desvía claramente de la teoría. Pero, al habernos dicho Marcelo directamente que producen este café “porque nos encanta”, pues no me queda otra que comprarle (risas). No se me olvidará nunca la reacción de ambos en su rostro, ligeramente sonrojados.

Pienso que el contarle a mis clientes esta cercanía con los productores, hace que ellos sientan una preferencia desde antes de beberlo, y se traduce en que el café les sepa delicioso. Mis compañeros de viaje a Bolivia también comentaron que “Sería buena idea servir el café de mezcla producido por el matrimonio de Carmelo y Daisy durante San Valentín”.

En el futuro, más allá de este caso del matrimonio de Carmelo y Daisy, quiero implementar formas de presentar el café con las que el consumidor pueda imaginarse el rostro de sus productores. Mi aspiración es crear una cafetería en la que se vuelva normal mantener conversaciones como “El café de tal productor de Bolivia, solo puede beberse aquí y está delicioso”.

Una vez hay una buena relación, surgen espacios en blanco

Que hable de la necesidad de crear una buena relación es algo que podría sonar infantil, pero lo cierto es que es un aspecto importante en el que hago hincapié de forma cotidiana en el curso de mi trabajo. Por ejemplo, si celebramos un evento conjunto con otra cafetería, creo que tiene un mayor significado que dicha colaboración surja gracias a nuestra amistad, en vez de por motivos superfluos como que si nos juntamos aumentarán nuestras ventas, o por el hecho de que sea una cafetería muy popular.

A mí me gusta esa sensación distendida que surge justo gracias a tener una buena relación con la otra parte. Por ejemplo, imaginemos que se ha formado una nueva banda de música, la sensación que causarán en el público diferirá por completo si esa banda se ha formado priorizando el aspecto comercial o si se ha formado porque los miembros tienen una auténtica buena relación entre ellos.

Sea como sea, tener una buena relación es simplemente divertido. Si uno se divierte en su trabajo, probablemente tanto el personal del equipo, como los clientes también se diviertan. Estuve publicando fotografías de mi viaje en Instagram durante nuestra estancia en Bolivia y Perú. Y al regresar a Japón, mis clientes me comentaron que “Se ve que te lo estabas pasando increíble” o “Se te notaba súper emocionado” (risas).

Pienso que esto haya surgido como tema de conversación con los clientes es lo mejor que podía pasar. Pienso que para crear una situación que facilite la conversación con los clientes, se necesita algún gancho que capte su interés. Por supuesto también son importantes los temas formales y serios, pero sin duda es necesario el humor para crear estos espacios en blanco accesibles. Porque en caso de que estos toques de humor no hagan gracia, solo hay que disculparse (risas).